Extorsión pseudoperiodística
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ESTADOS / YÄ NGUT'HAÍOPINIÓN / MÄ MFENI
Opinión
12/26/20243 min read


#Columna | La extorsión periodística en municipios de Hidalgo: un reto para la ética y la equidad de género
En las últimas semanas, en varios municipios del estado de Hidalgo, ha surgido una preocupante práctica que atenta contra la ética periodística, los derechos de las mujeres y la gobernanza municipal: la extorsión periodística. Esta actividad, llevada a cabo por supuestos periodistas o pseudoperiodistas, se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo de las administraciones públicas y en un acto de violencia política de género que debe ser erradicado.
El modus operandi: manipulación y anonimato en redes sociales
Estos individuos, aprovechando el anonimato y la viralidad que permiten las redes sociales, han hecho de la extorsión su modus operandi. Se acercan a funcionarios municipales, especialmente a mujeres que ocupan cargos públicos, bajo la amenaza de publicar información negativa o falsa sobre su gestión si no reciben beneficios económicos o favores.
El problema se agrava debido a la falta de uso de canales institucionales de denuncia y la dificultad de rastrear el origen de estas amenazas en plataformas digitales. En lugar de utilizar la labor periodística como una herramienta para la transparencia y la rendición de cuentas, estos pseudoperiodistas desvirtúan su función al convertirla en un mecanismo de obtención de recursos personales.
Violencia política de género: un ataque selectivo contra las mujeres en el poder
Uno de los aspectos más alarmantes de esta problemática es el enfoque deliberado hacia mujeres en cargos públicos. Las acusaciones y ataques no solo buscan desacreditarlas profesionalmente, sino que recurren a estereotipos de género y argumentos machistas que cuestionan su capacidad para liderar, simplemente por ser mujeres.
Esto constituye un claro caso de violencia política de género, definida como cualquier acción o conducta que, basada en razones de género, cause daño o menoscabo a las mujeres en el ejercicio de sus derechos políticos. Este tipo de violencia no solo afecta a las funcionarias directamente implicadas, sino que también desalienta a otras mujeres a participar en la vida pública, perpetuando la desigualdad de género.
El reconocimiento al trabajo de las mujeres en la administración pública:
Es fundamental reconocer el esfuerzo, la capacidad y la visión de las mujeres que asumen cargos en la administración pública. A pesar de los obstáculos, muchas lideran proyectos que benefician a sus comunidades, implementan políticas innovadoras y demuestran una gran capacidad de gestión.
Erradicar la violencia política de género no solo es una obligación legal, sino también una responsabilidad social. Para lograrlo, es necesario:
1. Fortalecer los mecanismos de denuncia: Garantizar espacios seguros y confidenciales donde las víctimas puedan reportar casos de extorsión o violencia política.
2. Regular la actividad periodística: Promover la profesionalización del periodismo, establecer códigos de ética claros y sancionar a quienes utilicen esta profesión para fines ilícitos.
3. Fomentar la equidad de género: Implementar campañas educativas que desnormalicen los estereotipos de género y promuevan la igualdad en todos los niveles de gobierno.
Finalmente
La extorsión periodística en #Hidalgo no solo representa un acto de corrupción y desinformación, sino también una agresión directa contra los avances en materia de equidad de género. Proteger a las mujeres en cargos públicos, garantizar su derecho a una vida libre de violencia política y dignificar el ejercicio del periodismo son acciones indispensables para fortalecer nuestras instituciones y avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.
El esfuerzo por erradicar esta problemática no solo corresponde a las autoridades, sino también a la ciudadanía, que debe exigir transparencia, ética y respeto en el ejercicio del poder y la labor informativa. Solo así lograremos un entorno en el que el trabajo de las mujeres al frente de las administraciones públicas sea valorado y respetado en su justa medida.